sábado, 13 de abril de 2013

Ese momento.


Al parecer, para muchas personas es difícil comprender que para algunas cuantas nos es necesario estar solos, y nos produce satisfacción y felicidad el estar en nuestra habitación sin pensar en todo lo que hay fuera. Muchas personas no entienden lo necesario que es para muchos encerrarse en su habitación con los auriculares puestos y la música a todo volumen sin preocuparse por más nada que por escuchar o simplemente darse el lujo de no pensar en los problemas, darse el lujo de liberarse de todo por un instante. Ese momento tan lleno de paz, que por muy poco que lo vean los demás, para nosotros es mucho, y es solo nuestro, es un momento que nos ayuda a reflexionar, a tomar decisiones, a encontrarnos con nosotros mismos de nuevo sin que nada nos interrumpa, pero que a otros solo nos ayuda a mantener nuestros pensamientos en calma. Es un momento que te puede llevar a imaginar una historia en cuestión de minutos, que te libera de todo el estrés, la presión y tristeza, que te llena de alegría; tan solo tú y el tiempo. Un momento que tomamos también para recordar, tanto buenos como malos momentos, para en poco tiempo convertir un día triste en algo bueno, para analizar, un momento en el que hagamos lo que hagamos somos felices por el simple hecho de estar solos con nosotros mismos sin que nada ni nadie nos moleste. 

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