lunes, 12 de mayo de 2014

Siempre fuiste y serás mi héroe, mi chico fuerte, valiente y mi ángel guardián.

Hoy es uno de esos días en los que suelo extrañarte como a nadie , a extrañar tus consejos, tus risas, tus bromas, tu gran sentido del humos, tu alegría, tu persona en general, y también a odiar esa fecha, ese día que te fuiste. Y es irónico, porque sonrío de alegría a través de lágrimas de tristeza, recordando cada palabra, cada detalle, cada cosa tuya que me hacía tan feliz. Quisiera que volvieras, que estuvieras conmigo, y aunque sé que lo estás no es realmente como yo quisiera. Contigo siempre fui tan egoísta.

Sabes, sigo escuchando aquella canción, la cual amábamos, la cual no podías dejar de oír, y al cantarla siento literalmente que estás aquí conmigo. A veces te siento tan cerca, cómo te extraño. Siempre te dije que no me dejaras, porque sin ti me perdería. Porque tu eras mi cordura, tu me mantenías de pié, y es un poco difícil hacerlo sola, pero aquí sigo, porque tu me enseñaste eso, me enseñaste a mantenerme de pie y con la frente en alto sin importar lo que venga, porque yo soy una guerrera. Creo que si me vieras ahora reirías, me dirías que si necesito llorar que lo haga y te quedarías hasta ver que estoy bien, porque eras así.

Desde ese momento comencé a odiar tanto esa tarde de 2011, aunque no debería, tu me enseñaste que odiar no es sano, pero es imposible no haberlo cuando ya no estás para recordarmelo. He llegado a aceptarlo, pero como tu mismo me dijiste una vez, "Hay cosas en la vida que se aceptan y se dejan pasar, pero nunca se superan." Justo eso pasa.

Yo no suelo extrañarte de vez en vez, normalmente lo hago todo el tiempo, solo me cuesta decirlo, normalmente no lo hago, pero a veces solo me quiebro y necesito expresarlo, tu sabes eso, siempre lo entendiste, siempre me entendiste. Y nunca pensé en las consecuencias que tendría, en lo que cambiarías tanto exterior como interiormente.

Dicen que la clave está en no pensar. Pero entonces llega una tarde cualquiera, tan normal como otra, y empiezo a pensar y a añorar momentos, promesas incumplidas y sonrisas de despedida.
Lo peor es que duele como el primer día, duele como si hubiese sido hace tan solo unos minutos, porque cuando llegas a querer tanto a alguien no importa cuanto tiempo pase, siempre se sentirá de la misma manera, siempre te voy a extrañar de la misma manera.

Siempre fuiste y serás mi héroe, mi chico fuerte, valiente y mi ángel guardián, y por más que pasen los años siempre voy a recordarte, porque ya estás bajo mi piel, porque te llevaste una parte de mi y yo conservé una de ti.

Porque 21 años no son suficiente.
Christian J.S. Marchetti  15-01-1990 / 02-08-2011  Te amo. Hoy y siempre.

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